Hay dos cosas que me preguntan constantemente en España cuando voy para allá de vacaciones. Una es: "¿Y el chino es difícil?". A veces respondo que sí, otras que no... según como me haya levantado ese día. La otra es: "¿Es verdad que en China sólo pueden tener un hijo?".
Lo de la política del hijo único lleva ya 25 años funcionando, por eso me resulta curioso que la gente todavía se extrañe de su existencia, pero por lo visto llama tantísimo la atención que en España lo preguntan una y otra vez. Por eso voy a dedicar el post de hoy a la polémica ley.
En efecto, China intenta que los chinos tengan un solo hijo para lograr que allá por el 2040 o así la enorme población china deje de crecer. Hay sanciones en caso de que las parejas tengan un segundo hijo. Normalmente se trata de multas, pero hay casos de alcaldes desalmados en pueblos que han ordenado esterilizaciones, abortos forzados... Afortunadamente, no es la práctica general.
Esta política del hijo único tiene sus excepciones:
- Si tanto el padre como la madre son hijos únicos, se les permite tener un segundo hijo. - Si viven en la China rural, y su primer hijo es niña, se les permite tener un segundo hijo (esto se hace para frenar los abandonos de niñas, ya que en el campo se prefiere tener niños). - Si pertenecen a minorías étnicas (mongoles, tibetanos, etc, menos del 5 por ciento de la población total) pueden tener hasta tres hijos.
En la práctica, existe otra excepción: los ricos, que pueden permitirse pagar las fuertes multas, acaban teniendo muchos hijos, pues a las familias chinas en general les gusta tener una gran descendencia.
La política del hijo único realmente ha funcionado, pero ha traído muchos problemas. El mencionado de las niñas abandonadas sólo es uno. Asociado a éste hay otro: en muchos pueblos, con la perra de tener niños, casi no hay niñas, por lo que ahora que los niños de finales de los 70 van teniendo edad de casarse, algunos no encuentran esposa. Por ello proliferan los solterones, y lo que es peor, los secuestros de mujeres, que a veces son llevadas a provincias lejanísimas para casarlas a la fuerza con uno de esos solterones.
Otro inconveniente es el envejecimiento de la población. China tendrá pronto el mismo problema que en Occidente (pocos jóvenes tendrán que trabajar para costear el sistema de jubilación de muchos ancianos), pero agravado por el hecho de que China todavía no es un país económicamente desarrollado.
¿Más problemas? Pues, por ejemplo, la gran proliferación de hijos únicos. Muchos niños caprichosos. Pero a la vez muy presionados por sus padres, que ponen todas sus esperanzas de futuro en un solo hijo, al que hacen estudiar mucho más que a los niños occidentales (suelen estar cargados de actividades extraescolares, como clases de piano o de ajedrez).
Pero los chinos defienden a capa y espada su política y siempre se comparan con la India, que crece a un ritmo mucho más rápido que ellos, y algún día, allá por el 2030 o así, les superará en población. A los chinos les gusta mucho ser los primeros en todo, pero no en esto.
|