En este blog ya se predijo que 2007 sería un mal año para los cerdos chinos. Era de esperar: en 2005 -Año del Gallo en el horóscopo chino- millones de pollos murieron en China por gripe aviar, y en 2006, Año del Perro, fueron los canes los que sufrieron una epidemia, de rabia en este caso, que motivó el exterminio de miles de perros en varias ciudades de este país.
2007 es el Año del Cerdo, y no ha habido que esperar mucho para ver una epidemia porcina, con millones de animales muertos, y que encima está causando graves problemas en el mercado cárnico.
Se trata de la enfermedad de la Oreja Azul, que así a bote pronto parece una historieta de Tintín (la que saldría de la unión entre La Oreja Rota y El Loto Azul), pero por lo visto es un cochino mal que está acabando con grandes piaras en numerosas provincias chinas. Piaras negras, porque los cerdos chinos normalmente son de color negro.
La consecuencia, aparte de grandes dramas en pocilgas de todo el país, ha sido una enorme subida del precio de la carne de cerdo. De hecho, según los estudios, la carne de tocino ahora vale el doble del precio que tenía hace tan sólo unos meses.
Eso, para los precios generales, es un peligro enorme, ya que cerdo es una de las cosas que los chinos comen más habitualmente, por lo que un alza tan importante hace que se resientan los precios de todo. Y una inflación muy alta en China puede tener graves consecuencias: debe recordarse que una de las cosas por las que protestaban los estudiantes en Tiananmen (1989) eran las fuertes subidas de precios que a finales de los 80 estaba habiendo en el país.
Ya sólo nos queda rezar a Dios, Buda y Alá para que en el 2008, año olímpico y Año de la Rata para los chinos, no llegue una peste bubónica o una plaga como la de Hamelin. El año que viene no se presenta nada fácil.
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