Con gran dolor de mi corazón y de mis entrañas, he de anunciar que NO he sido elegido para ser portador de la antorcha olímpica. El honor ha recaído en una estadounidense, un filipino, un alemán, una india, un japonés, un colombiano (¡felicidades, Colombia), un ruso y una anglovenezolana (¡felicidades, Anglovenezuela!). La noticia ha sido portada de la página web del China Daily durante buena parte del día, así que por lo menos me he librado de que la peor foto que me he hecho en la vida saliera en la prensa china más tiempo de lo debido.
La marca china de ordenadores Lenovo, que era la encargada de elegir a los portadores, había dicho que un grupo de expertos se encargaría de estudiar las candidaturas y lanzar un sabio veredicto. Al final me da que no se han matado mucho: los elegidos han sido los más votados por los internautas en la primera fase, aunque cuidando de que no hubiera países repetidos. Así, por ejemplo, el tercero más votado (un estadounidense llamado Mark Atkeson) no ha salido elegido porque ya había una estadounidense en la lista (Jenny Bowen, que había sido la más votada con 14.000 votos más o menos).
Yo, que obtuve 300 y pico votos y había quedado en lugar 81º, lo tenía crudo si se seguían esos criterios, y ha sido así... A lo mejor si hubieran hecho entrevistas a los candidatos hubiera tenido alguna posibilidad más, pues les hubiera sobornado con jamón, que ya se sabe que en el ámbito olímpico los regalos gustan mucho. Pero no se me dio la oportunidad.
Llama la atención que justamente los elegidos (y los más votados) sean de países tan representativos para las relaciones de China: EEUU, Rusia, India, Alemania... Pero en fin, son países con muchos habitantes -e internautas-, así que tampoco es ilógico (además, cualquier viso de queja me mostrará como mal perdedor, así que mejor no decir nada).
También es de extrañar que en la lista no haya ningún africano, teniendo en cuenta que China y África son muy amiguitas en los últimos años. En las votaciones electrónicas, un sudanés (Omar Eisa Ahmed) estuvo a punto de entrar en la lista de elegidos, pero le faltó un poco más de apoyo popular.
Mi sueño olímpico se truncó, como se trunca el de Jaca cada cuatro años. En fin, lo intentaremos en Madrid 2072, si es que para entonces la artritis no me impide seguir corriendo.
Y nuevamente, ¡gracias por el apoyo!
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