Ayer fui a ver la última película del director más comercial de la China actual, Feng Xiaogang (aún no muy conocido en el extranjero, pero muy taquillero en su país). Lleva por título "1942" (aunque en la versión internacional parece que lo van a alargar a "Back to 1942") y relata con gran crudeza la gran hambruna que sufrió aquel año la provincia de Henan, en el centro del país. Es una película magnífica que os recomiendo encarecidamente ver, aunque os advierto que es muy triste, quizá uno de los filmes más tristes que veréis jamás.
 COMENTARIOS DE LA PELI SIN SPOILERS (PARA LOS QUE AÚN NO LA HAN VISTO)
La película supone un giro de 180 grados con respecto a la anterior que hizo el director, la extraña y para mi gusto pésima comedia romántica "If You Are the One 2" (digo extraña y pésima porque si lo que hay en el filme es amor, que baje dios y lo vea). Feng Xiaogang ahora se mete en el drama histórico, como ya hizo hace un par de años con "Aftershock", que contaba -dicen que muy bien, aunque no la he visto- otra gran desgracia, el terremoto de Tangshan de 1976.
"1942" recordará a algunos otro drama histórico de director chino famoso, "The Flowers of War", de Zhang Yimou (que hace un año comenté aquí). En las dos hay japoneses muy malos (aunque el gran enemigo en el filme de Xiaogang es el hambre). En "1942" también hay actores de Hollywood con los que parece que la película quiere intentar captar público extranjero (Adrien Brody y Tim Robbins, pero ambos son secundarios). Y, como en la película de Zhang Yimou, las iglesias católicas en "1942" cumplen cierto papel en el argumento, lo cual me llama la atención teniendo en cuenta que en China se trata de una religión minoritaria (quizá también es un truco de los cineastas por captar espectadores de ultramar, y alguna vez me gustaría ver también en películas de guerra chinas a los monjes budistas hacer buenas obras, por poner un ejemplo).
Vi la película con un amigo mexicano y una china, la cual minutos antes de entrar a la sala se compró un porrón de comida en el super (nada de palomitas, comida de verdad) y se la zampó antes de que empezaran los trailers. "Esta película hay que verla con el estómago lleno", decía. Y tal vez tenga razón: el filme muestra algo que pocas películas han mostrado antes, lo terrible que puede ser un enemigo invisible llamado hambre. Cómo puede destruir nuestra humanidad.
COMENTARIOS DE LA PELI CON SPOILERS (PARA LOS QUE YA LA HAN VISTO, LOS QUE NO QUIEREN VERLA PERO MISTERIOSAMENTE QUIEREN LEER DEL TEMA, O AQUÉLLOS A LOS QUE LE DA IGUAL VER UNA PELÍCULA SPOILEADA)
"1942", como "The Flowers of War", es una película digna de Oscar, al menos de ser nominada para ellos, aunque teniendo en cuenta lo que pasó con la peli de Zhang Yimou el año pasado -pasó sin pena ni gloria por el mercado estadounidense y, por ende, el mundial- no creo que esta maravillosa película de Feng Xiaogang corra mejor suerte. La manía de politizar todo por parte de los medios extranjeros -y eso que la prensa foránea, representada por Brody, es muy bien tratada en el filme, por cierto- va una vez más a perjudicr injustamente a un filme que no es procomunista (no se nombra ni una sola palabra del ejército rojo de Mao, y eso que en aquel entonces ya luchaban) y que en realidad está criticando cosas de la China actual también, a nada que uno escarbe un poquito en la historia.
Como digo, la película encierra un pequeño homenaje al periodismo de corresponsales, por lo menos al de antes, el de los reporteros de guerra de mediados del siglo XX. Si no hubiera sido por el periodista de "Time" que el narigón Brody encarna, el Generalísimo Chiang Kai-shek (quien no es pintado como un malvado en el filme, para mi sorpresa) quizá no se hubiera percatado de la verdadera gravedad de la hambruna. Me parece fantástico que Feng Xiaogang rompa esta lanza en favor de un oficio que a veces es tan vilipendiado, y especialmente en China, donde muchos creen que los reporteros extranjeros sólo estamos para causar problemas. Con la película, el director dice que a veces podemos ayudar al pueblo chino con lo que escribimos o denunciamos.
En cuanto a las "críticas a la China actual" que aparecen en el filme, a mí me pareció claro y diáfano el toque de atención que Feng Xiaogang da, por ejemplo, a la corrupción, que en aquel entonces afectó a la ayuda humanitaria (usada al final para hacer negocios y hasta para arrastrar a las mujeres hambrientas a la prostitución forzosa) pero que hoy subsiste en China a todos los niveles, causando también estragos. También se critica cómo a veces el Gobierno, el de entonces y el de ahora, vive de espaldas al pueblo (esa imagen de los habitantes de Chongqing, entonces capital provisional de China, dando la bienvenida a los líderes, pero también tapando las víctimas de un bombardeo para que éstos no los vean). Otra denuncia de un hecho que 70 años después sigue casi igual: la ocultación de las cifras reales de las desgracias, pues la cuenta oficial de muertos de la hambruna que los altos cargos le dan a Chiang Kai-shek es de 1.087 fallecidos, pero cuando el bigotudo Generalísimo les dice que se dejen de memeces y que le den la cifra de verdad, se entera de que han muerto tres millones de henaneses, la décima parte de una de las provincias más pobladas de China. Hoy en día esto pasa muy a menudo: este año, salvando las muchas distancias, vivimos algo similar en los primeros días de las inundaciones de Pekín.
En lo artístico, la película tiene quizá menos belleza fotográfica que "The Flowers of War", pues Zhang Yimou es inalcanzable como escenógrafo, pero Feng Xiaogang consigue, por ejemplo, una de las más terribles y crudas escenas de bombardeos que veremos jamás. La película empieza en color y acaba casi en blanco y negro, por la nieve, o las grisáceas y raídas ropas de los refugiados.
 La lenta y paulatina muerte de la gran mayoría de los protagonistas, o las medidas desesperadas a las que llegan por culpa de su estómago vacío, no os dejarán dormir unas cuantas noches.
El filme, en concluyente conclusión, es una magnífica alegoría de la cruda intrahistoria de China, dando un repaso a todo: desde las altas instancias del Gobierno central a los gobernadores de provincias, el ejército, la Justicia (corrupta también), la religión, los nobles ricos y los pobres siempre desamparados. Los medios extranjeros, qué cantamañanas son, "acusan" a la peli de contar una hambruna que hubo antes de Mao, en lugar de contar las que también se sufrieron en el maoísmo. No han entendido nada: esta película nos cuenta las desgracias de la China imperial, la de Chiang Kai-shek, la del maoísmo y la de hoy mismo. Es la dura Historia de China, que ha endurecido tanto a su pueblo, destilada en un sólo momento límite, el de la terrible hambre de Henan en 1942.
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